Ricardo Rodríguez, 15 de septiembre de 2009
Xalapa, Veracruz.- Esta tarde, en punto de las 18:00 horas, el titiritero, músico y caricaturista Pavel Ortega presentará su novela gráfica El Señor K, un compendio de cuadros trazados alrededor de Helmut Katzinger, un gato que estaba convencido de ser humano. Pero no sólo eso.
Nadie, incluso los personajes más allegados, sabe quién es el Señor K. Es más, él mismo no lo sabe a ciencia cierta. Nació siendo un gato en Alemania 1919. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el mejor piloto de la Luftwaffe hasta que fue abducido por extraterrestres.
Todos le dieron por muerto, incluso su novia, que estaba esperando un hijo suyo sin que el Señor K supiera. Treinta años más tarde le devolvieron a la Tierra, pero muchas cosas habían cambiado. Su novia había muerto, su hija estaba enamorada de Leonard, un león, y el Señor K volvió a ser sorprendido por el amor.
Desde el primer encuentro con su hija, Mariana, una contorsionista de circo, comenzaron los choques familiares: "¡No puedes estar enamorada de él! ¡¿No te das cuenta de que es un león?! En cuanto menos te lo esperes te comerá de un solo bocado".
Tuvo muchos empleos y poco a poco ha ido integrándose en la sociedad, pero cada paso positivo que da se trunca al aparecer su archienemigo, Vladimir Spigelmaus, un ratón judío.
Todo esto en un contexto de dominación mundial por parte de los Draconianos (reptilianos), una especie extraterrestre cuyo planeta fue destruido debido a sus constantes guerras. Ellos fueron acogidos, "hace sólo trillones de años, cuando el mundo era joven", como refugiados en la Tierra. A cambio ellos enseñaron a los humanos a cultivar y cazar. Sin embargo, los visitantes necesitaban sangre y poder; era el alimento más sagrado. En una guerra que dejó muchas muertes, los reptilianos fueron desterrados al centro de la Tierra donde construyeron ciudades subterráneas mientras los humanos se olvidaban de ellos. Con el tiempo aprendieron a camuflajearse y se fueron introduciendo en los círculos de poder de la superficie, lograron tener todo el control terrícola y volvieron a celebrar sus ritos sanguinarios creando sectas para dominar el mundo.
En ocasiones, algunos personajes extraños buscan a Katzinger para combatir a estos Draconianos; otras veces son sólo trampas para eliminarlo. Pero siempre, por inteligencia o azar, el Señor K logra sorprender a sus enemigos.
Es un ser pedante, nazi, con fuertes problemas de personalidad que esconde tras amoríos y con la constante lucha en su cabeza por aceptarse como un simple gato.
Todo esto lo enfrenta mientras intenta acercarse a su hija y alejar de ella a su novio.
En El Señor K, Pavel Ortega hace una crítica a los gobiernos totalitarios, cuyo mejor ejemplo es el nazismo pero no es el único. "Si pensamos que el totalitarismo, la insaciable hambre de los imperios y los grupos sociales que se creen 'raza aria' se ha terminado con la muerte de Hitler, estamos muy equivocados. Aún hay mucha gente que quiere eliminar a los diferentes, a quienes no les son útiles para dominar a sus enemigos y que, lo peor de todo, tienen el poder necesario para intentar todo lo que les venga en gana. Incluso pusieron al Señor K como presidente de los Estados Unidos de América, pese a calificarse a sí mismo como un idiota".
Escritas y dibujadas por Pavel, las historias contenidas en El Señor K no son totalmente seriadas, hay una especie de caos en donde se podría suponer un orden, y que provoca al lector regresar páginas, releer, apreciar detalles y entender poco a poco las ideas del autor. "No se trata de un cómic como generalmente lo entendemos, tampoco es un libro ilustrado ni una recapitulación de aventuras. Las páginas no llevan una secuencia y en ocasiones no sabes dónde inicia y dónde acaba un capítulo. Pero te vas dando cuenta que de pronto todo va teniendo un sentido", aunque al final el lector lo dude un poco. Nos recuerda que en la realidad nuestra existencia es así, que la vida lleva cierta secuencia ya que cada día es el día siguiente; pero los pensamientos provocan que todo sea un caos donde se mezcla la experiencia de cada nuevo instante mientras la mente divaga por un pasado no siempre auténtico y un futuro absolutamente desconocido.
Pavel Ortega juega con esto en cada una de sus páginas, reta la imaginación del lector y la suya propia con cada cuadro manteniendo la línea crítica hacia los temas que, él considera, deberían ser atendidos, analizados y resueltos por cada individuo para lograr un avance en sociedad.
Aunque El Señor K apenas fue editado este 2009 como novela gráfica, su desarrollo se ha llevado más años, siendo publicado como fanzine en España desde 2003. Actualmente el autor se encuentra el proceso creativo para conformar dos próximas publicaciones, ambas sobre Helmut Katzinger y de cuyos avances el público podrá enterarse paso a paso a partir de la página de Internet www.srkatzinger.blogspot.com, lanzada apenas la semana pasada.
El Señor K de Pavel Ortega será presentado hoy a las 18:00 horas en la Galería de Artes Plásticas de la UV, dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario.
Xalapa, Veracruz.- Esta tarde, en punto de las 18:00 horas, el titiritero, músico y caricaturista Pavel Ortega presentará su novela gráfica El Señor K, un compendio de cuadros trazados alrededor de Helmut Katzinger, un gato que estaba convencido de ser humano. Pero no sólo eso.
Nadie, incluso los personajes más allegados, sabe quién es el Señor K. Es más, él mismo no lo sabe a ciencia cierta. Nació siendo un gato en Alemania 1919. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el mejor piloto de la Luftwaffe hasta que fue abducido por extraterrestres.
Todos le dieron por muerto, incluso su novia, que estaba esperando un hijo suyo sin que el Señor K supiera. Treinta años más tarde le devolvieron a la Tierra, pero muchas cosas habían cambiado. Su novia había muerto, su hija estaba enamorada de Leonard, un león, y el Señor K volvió a ser sorprendido por el amor.
Desde el primer encuentro con su hija, Mariana, una contorsionista de circo, comenzaron los choques familiares: "¡No puedes estar enamorada de él! ¡¿No te das cuenta de que es un león?! En cuanto menos te lo esperes te comerá de un solo bocado".
Tuvo muchos empleos y poco a poco ha ido integrándose en la sociedad, pero cada paso positivo que da se trunca al aparecer su archienemigo, Vladimir Spigelmaus, un ratón judío.
Todo esto en un contexto de dominación mundial por parte de los Draconianos (reptilianos), una especie extraterrestre cuyo planeta fue destruido debido a sus constantes guerras. Ellos fueron acogidos, "hace sólo trillones de años, cuando el mundo era joven", como refugiados en la Tierra. A cambio ellos enseñaron a los humanos a cultivar y cazar. Sin embargo, los visitantes necesitaban sangre y poder; era el alimento más sagrado. En una guerra que dejó muchas muertes, los reptilianos fueron desterrados al centro de la Tierra donde construyeron ciudades subterráneas mientras los humanos se olvidaban de ellos. Con el tiempo aprendieron a camuflajearse y se fueron introduciendo en los círculos de poder de la superficie, lograron tener todo el control terrícola y volvieron a celebrar sus ritos sanguinarios creando sectas para dominar el mundo.
En ocasiones, algunos personajes extraños buscan a Katzinger para combatir a estos Draconianos; otras veces son sólo trampas para eliminarlo. Pero siempre, por inteligencia o azar, el Señor K logra sorprender a sus enemigos.
Es un ser pedante, nazi, con fuertes problemas de personalidad que esconde tras amoríos y con la constante lucha en su cabeza por aceptarse como un simple gato.
Todo esto lo enfrenta mientras intenta acercarse a su hija y alejar de ella a su novio.
En El Señor K, Pavel Ortega hace una crítica a los gobiernos totalitarios, cuyo mejor ejemplo es el nazismo pero no es el único. "Si pensamos que el totalitarismo, la insaciable hambre de los imperios y los grupos sociales que se creen 'raza aria' se ha terminado con la muerte de Hitler, estamos muy equivocados. Aún hay mucha gente que quiere eliminar a los diferentes, a quienes no les son útiles para dominar a sus enemigos y que, lo peor de todo, tienen el poder necesario para intentar todo lo que les venga en gana. Incluso pusieron al Señor K como presidente de los Estados Unidos de América, pese a calificarse a sí mismo como un idiota".
Escritas y dibujadas por Pavel, las historias contenidas en El Señor K no son totalmente seriadas, hay una especie de caos en donde se podría suponer un orden, y que provoca al lector regresar páginas, releer, apreciar detalles y entender poco a poco las ideas del autor. "No se trata de un cómic como generalmente lo entendemos, tampoco es un libro ilustrado ni una recapitulación de aventuras. Las páginas no llevan una secuencia y en ocasiones no sabes dónde inicia y dónde acaba un capítulo. Pero te vas dando cuenta que de pronto todo va teniendo un sentido", aunque al final el lector lo dude un poco. Nos recuerda que en la realidad nuestra existencia es así, que la vida lleva cierta secuencia ya que cada día es el día siguiente; pero los pensamientos provocan que todo sea un caos donde se mezcla la experiencia de cada nuevo instante mientras la mente divaga por un pasado no siempre auténtico y un futuro absolutamente desconocido.
Pavel Ortega juega con esto en cada una de sus páginas, reta la imaginación del lector y la suya propia con cada cuadro manteniendo la línea crítica hacia los temas que, él considera, deberían ser atendidos, analizados y resueltos por cada individuo para lograr un avance en sociedad.
Aunque El Señor K apenas fue editado este 2009 como novela gráfica, su desarrollo se ha llevado más años, siendo publicado como fanzine en España desde 2003. Actualmente el autor se encuentra el proceso creativo para conformar dos próximas publicaciones, ambas sobre Helmut Katzinger y de cuyos avances el público podrá enterarse paso a paso a partir de la página de Internet www.srkatzinger.blogspot.com, lanzada apenas la semana pasada.
El Señor K de Pavel Ortega será presentado hoy a las 18:00 horas en la Galería de Artes Plásticas de la UV, dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario.
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